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En ese sentido, el exviceministro de Educación, Idel Vexler, defendió la directiva al señalar que contiene una base psicopedagógica y descartó que el otro porcentaje de niños menores de los seis años se vean afectados.

"No es que se vean afectados porque si un niño cumple los seis años en abril o mayo; el hecho de que retrase el ingreso al primero de primaria o retrase su matrícula en el aula de cinco a cuatro años no lo perjudica. Está probado científicamente que cuando el alumno es mayor tiene muchos recursos socioemocionales para afrontar la agresión y para afrontar los retos del grupo", manifestó.

A su turno, el especialista en educación, León Trahtemberg, sostuvo que la mejor opción sería evaluar cada año a cada niño para medir su nivel de maduración y evaluar sus condiciones de estar en primer grado. Pero, reconoció que “eso significa evaluar a 650 mil niños cada año, cosa que administrativamente es imposible”.

Para el escritor, narrador y catedrático, Jorge Eslava, los niños y adolescentes en edad escolar deben tener una “maduración emocional” de acorde a las experiencias que vivirán en esta etapa. Sin embargo, consideró que el frenar la violencia en los planteles escolares no pasas por emitir “decreto represivos”, sino por una mayor preparación del docente.

“Es aberrante que terminen tan pronto la secundaria. Veo que los chicos terminan desorientados y son presas fáciles de las universidades (…) La única manera de controlar la conducta de un chico es la preparación del docente. Hay que recuperar la jerarquía del docente capacitándolo y pagándole más”, argumentó.

De otro lado, Gregorio Durand, titular de la Confederación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia (Conapafas) -quien se opone a la medida- opinó que la directiva debería regir para las zonas alejadas del país, donde normalmente los niños comienzan tardíamente el colegio.

Asimismo, mostró su preocupación por todos aquellos niños que se verían obligados a repetir el año escolar al verse imposibilitados de matricularse por estar fuera del calendario establecido.

"Toda mi familia, mis hermanos terminaron el colegio a los 15 años e ingresaron a la Universidad Agraria y a la UNI", agregó, tras señalar que la norma, en todo caso, debería aplicarse de forma paulatina.